Habilidades sociales, sí…
Los seres humanos establecemos relaciones gregarias, de comunidad. Gracias a ello ha sido posible que la civilización se transforme. Las mejoras tecnológicas, y hasta las del lenguaje, se deben en parte a este hecho.
Sin embargo, vivir en sociedad supone un gran reto para muchas personas. La capacidad de adaptarte, y la de comprender tu entorno, tienen una importancia vital para establecer relaciones exitosas. Tener o no habilidades sociales puede ser la diferencia entre comunicarte y vivir aislado. También es la diferencia entre avanzar o estancarte.
Hoy voy a hablarte de la última de las cinco habilidades que, según el psicólogo Daniel Goleman, son necesarias para el pleno desarrollo de la inteligencia emocional. Como en cualquier proceso de evolución, es mejor tener conciencia de lo que le antecedió.
Para el conocimiento de las emociones propias y ajenas necesitas trabajar en la autoconsciencia, o habilidad de reconocer y entender tus propias emociones. Luego prestar atención a la gestión de las emociones y la automotivación. A estas le sigue la empatía o capacidad de comprender las emociones ajenas, y ahora atenderás a las habilidades sociales.
En este post, te hablaré de cómo desarrollar además esas habilidades sociales que necesitas para que tu vida sea más plena. Pero primero, veamos cómo la define la ciencia.
¿Qué son las habilidades sociales?
A pesar de los muchos estudios no hay consenso respecto a la definición. En general, se define las habilidades sociales como el grupo o conjunto de estrategias conductuales y de comunicación, que te permiten una interacción social aceptable y efectiva.
La condición de aceptable está referida a la ética, la moral, y la ley, entre otras. O sea, aceptables en un contexto social determinado. El hecho de que sea efectiva se traduce en relaciones sociales exitosas. Es decir, en la capacidad de interactuar con otros seres humanos, y resolver todo tipo de situaciones o conflictos.
Como seguramente has experimentado, la carencia de esta habilidad para relacionarse es un obstáculo para comunicarse, expresar emociones o ideas, y empatizar. Su desarrollo es la base de todo crecimiento personal y del éxito. Nadie quiere vivir en un mundo en que no es comprendido, o no logra comprender a otros.
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Estas habilidades son aprendidas, algunas desde edades muy tempranas. En todo caso, están relacionadas con el entorno en que vives, y tu experiencia personal y social. Pueden variar según la cultura y hasta la familia. Pero… ¿Cuáles son?
¿Cuáles son las habilidades sociales? Ejemplos…
Según describe Daniel Goleman, hay muchas habilidades sociales. Prácticamente cada situación exige de su propia habilidad social. Sin embargo, algunas son válidas para casi todas las circunstancias. Atendiendo a esto podemos clasificarlas según su grado de complejidad.
Entre las básicas o más elementales encontramos escuchar, preguntar, sostener una conversación o presentarse.
Las más complejas requieren un grado de interacción mayor, y una mejor gestión emocional. Entre estas están solicitar y recibir ayuda, disculparse, dar o seguir instrucciones, expresar emociones, o negociar. Y, por último, identificar un problema y buscar soluciones para él.
Ya habrás notado que toda interacción con una persona o un grupo requiere habilidades sociales. Su ausencia es, en gran medida, causa de ansiedad y aislamiento. Para que tu vida se base en relaciones saludables y satisfactorias, tendrás que trabajar en aquellas que aún no tienes.
Aunque parezca difícil, es un camino que necesitas recorrer para alcanzar tus metas. Con ayuda de un entrenamiento bien orientado, puedes superar esas barreras que no te permiten alcanzar todo tu potencial como ser humano.
¿Para qué sirven las habilidades sociales y cuál es su importancia?
Sin habilidades sociales la vida se empobrece. Y no sólo porque se limita la forma y calidad de la comunicación que estableces con otras personas. Cuando no desarrollas apropiadamente estas habilidades, es casi imposible que logres transmitir la forma en que te sientes, o lo que piensas de determinado tema.
Así mismo, serás menos capaz de comprender a otros, y hasta de solucionar las diferencias o conflictos más cotidianos. Desde el punto de vista de la biología, el desarrollo de habilidades sociales implica una mejora evolutiva. El cerebro está programado para conectar con otros miembros de la especie.
Como ser social, tu posición dentro del grupo depende en gran medida de tus habilidades para comunicarte. Y, si necesitas poner en juego tus dotes de liderazgo, éste es el trabajo a realizar.
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Además, y en un ángulo más personal, muchas veces la ausencia de estas habilidades es la causante de una baja autoestima.
Métodos para desarrollarlas…
Ya has visto que es posible desarrollar estas habilidades sociales. En este momento de tu vida, ya debes conocer un poco más sobre ti mismo. Como has trabajado en la autoconsciencia y en la gestión de tus emociones, eres más capaz de entender y traducir tu entorno.
Aunque algunas personas tienen una mejor predisposición, puedes trabajar para mejorar aquellas habilidades que no te resultan tan naturales. En este sentido, es posible reforzar también aquellas que ya tienes en tu repertorio.
Para trabajar en este entrenamiento de comunicación social, necesitas atender a algunas pautas. Como, por ejemplo, el poder determinar si esta habilidad que has aprendido es efectiva. O cuál habilidad específica necesitas implementar para la solución de un conflicto.
Ser persuasivo no es lo mismo que saber escuchar. Ten en cuenta que cada circunstancia es única. A medida que relacionarte con otros te resulte más fácil o natural, sabrás identificar qué estrategia poner en marcha según la ocasión.
La retroalimentación es tu aliada. Echa mano a esas experiencias previas y mira qué te funcionó. Estudia también dónde no fuiste capaz de superar los obstáculos. Otra tarea importante es aprender de quienes te rodean. Recuerda que, para desarrollar habilidades sociales, necesitas trabajar en grupo.
Como sucede con los niños, en esta etapa de desarrollo de tu inteligencia emocional observar a otros es fundamental. Muchas de las habilidades sociales se adquieren a través de la imitación. Si precisas fortalecerte como líder, aprende de aquellos cuyas vidas te han inspirado.
Puedes apoyarte en los cursos para desarrollar habilidades como, por ejemplo, un programa de certificación de coaching de inteligencia emocional, y en los grupos de terapia especializada.
Conclusiones
Ya has llegado al final del post y de este pequeño periplo sobre la inteligencia emocional. Aunque todos los conflictos no se hayan resuelto, ahora tienes mejores herramientas para lidiar con ellos.
Recuerda que en muchas ocasiones vas a necesitar ayuda (En este blog de Pau Forner, puedes encontrar más material de utilidad) No dudes en pedirla, y en investigar cada vez que lo sientas necesario. Una parte importante de tu crecimiento espiritual, y personal, depende de ello.
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Por último, me gustaría invitarte a que compartas tu experiencia durante el proceso. Lo que aprendiste sobre ti, y lo que aprendiste de la sociedad, puede ayudar a otros. Contrario a lo que muchos pregonan, el camino al éxito no tiene por qué ser solitario.
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