los 7 hábitos de las personas altamente efectivas

Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva


Si analizamos esta frase con profundidad, nos percatamos de que nuestro sistema de pensamiento es la base para tener éxito. Una vez que hayamos entendido y reconocido que posiblemente todo  lo que hayamos estado haciendo hasta ahora está mal, estamos listos para desaprender para aprender de nuevo.

Quizás te hayas preguntado alguna vez cómo ser más eficiente y productivo en una empresa o cómo mejorar la eficiencia en tu trabajo como emprendedor. A menudo, nuestros hábitos nos llevan inconscientemente a tener eficacia en el trabajo o no. Y es que nuestros hábitos son determinantes en nuestras vidas en general, no solo en el trabajo.

Por este motivo, aquí te resumo el libro best-seller internacional Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, del experto en administración de empresas, escritor profesor estadounidense Stephen R. Covey. Los 7 hábitos de los que se hablan en el libro, y que te resumiré a continuación, te permitirán hacer un trabajo  cada vez más eficiente y eficaz.

Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva (resumen del libro)


Hábito 1 – Ser Proactivo


Ser proactivos es aceptar,, por encima de cualquier circunstancia, que somos responsables de nuestra propia vida. Nuestras decisiones y conducta de vida son un reflejo claro de nuestro carácter. Y nuestro carácter no debe depender de nuestras circunstancias.

Las personas reactivas se ven afectadas por el medio que los rodea, sus emociones dependen de las circunstancias. Por ejemplo, si el clima es agradable, se sienten bien. Pero, si el clima es malo, se sienten mal. En cambio, las proactivas tienen su propio clima.

Las personas reactivas permiten que sus emociones se muevan al compás de lo que se le conoce por “clima social”. Esto es permitiendo que los defectos de las otras personas influyan en su bienestar, predisponiéndolos y, por ende, impidiendo un trabajo con calidad y eficiencia. Se ha demostrado que el estado emocional de las personas tiene un alto por ciento de influencia a la hora de hacer un trabajo eficiente y eficaz.

Es difícil cambiar esta actitud de vida, ya sabemos lo fuerte que son los hábitos. Pero no son imposibles de cambiar y esta es la buena noticia. Analiza tu grado de proactividad, tomando conciencia de aquello en lo que inviertes tu tiempo y energía. Ten en cuenta que el enfoque proactivo consiste en cambiar de adentro hacia fuera, y no al revés.

Hábito 2 – Comenzar Con Un Fin Determinado


Si estás determinado en cuanto al lugar adónde quieres ir, sabrás dónde estás ubicado y cuánto te falta para alcanzar lo que deseas.

Esto te permitirá navegar hacia una dirección sin dejar que los fuertes vientos te cambien el rumbo. Para ello, debes revisar qué es lo verdaderamente importante para ti. Una vez que estés determinado, cada paso que des será certero y sin desviaciones.

Este hábito de comenzar con un fin determinado está basado en el principio que todas las cosas se crean dos veces. Primero lo creas mentalmente y luego lo creas físicamente. Si no estas consciente de tu destino y trazas tu ruta, permites por omisión que otras circunstancias moldeen tu destino. Es decir que estarás siendo reactivo respecto a la familia, amigos, cultura, país, responsabilidades, etc., permitiendo que las circunstancias te impidan tener un buen desempeño y ser más eficiente en el trabajo.

El secreto para ser más eficiente y productivo en el trabajo es estar siempre concentrado en el objetivo trazado e ir redirigiendo el rumbo. Es inevitable que ocurran ciertos imprevistos que desenfoquen nuestra atención. Por eso, debes estar constantemente corrigiendo tus actos y actitudes para trabajar con calidad y eficiencia.

Esta es una forma práctica también de afrontar el miedo a fracasar.

una mano que anda sobre los libros - leer es un hábito de los millonarios

Hábito 3 – Poner primero lo primero


Los dos primeros hábitos están estrechamente entrelazados con el tercero. No podemos enfocarnos en lo importante sin tomar conciencia de nuestra propia naturaleza proactiva y potencializarla. Pero no podemos saber qué es lo importante si no sabemos qué queremos lograr. 

Buscando cómo ser más eficiente y productivos en el trabajo, cotidianamente nos vemos impulsados a reaccionar ante las actividades urgentes, mientras aplazamos sin percatarnos las importantes que no son urgentes. Darnos cuenta de esta situación requiere un despertar, y un cambio contundente.

Es importante no perder de vista aquello en lo que debemos trabajar constantemente aunque no sea urgente, porque el tiempo pasa y la oportunidad de trabajar y lograr lo que queremos también.

Las personas efectivas no se orientan por los problemas sino por las oportunidades. Por eso, debes hacerte con frecuencia las siguientes 2 preguntas:

  1. ¿Qué puedo hacer en mi vida personal y profesional constantemente que represente un cambio positivo de avance?
  2. ¿Qué no debo perder de vista para aumentar mi eficacia en el trabajo?

Hábito 4 – Pensar en ganar-ganar


Hay una creencia popular según la cual para que uno gane el otro tiene que perder. Pero lo cierto es que no tiene por qué ser así. Ganar-ganar se basa en el hecho de que hay suficiente para que todos saquemos ventaja, como sucede en el comercio.

Tu éxito no excluye a la otras personas de tenerlo, ya que siempre hay variantes para que todos ganemos. La respuesta a cómo ser más eficiente en el trabajo no debería ser tal que nos convirtamos en personas egoístas o ventajistas.

Cuando se establecen tratos en que una de las partes tenga una posición en desventaja, a la larga o a la corta perderán ambos. Visualicemos un ejemplo. Supón que estableces un contrato con una empresa y ganes en tus propios términos. ¿Esa empresa querrá volver a tener relaciones contigo? Obviamente buscará otras alternativas.

Por eso, es preferible buscar un término medio de ganancia para ambos. No es obligado seguir con las negociaciones si ambas partes no son ganadoras. Además, irremediablemente el trato se convertirá de ganancia a pérdida. El coste de ganar, para luego perder, será mayor que si desde un principio no se realizan negociaciones. 

Hábito 5 – Procurar primero entender y luego ser entendido


Por lo general, cuando otra persona habla lo escuchamos en uno de cuatro niveles. Podemos ignorar lo que nos está diciendo. Podemos escucharla de una manera selectiva, escuchando solo fragmentos. Podemos escuchar con atención centrado literalmente en las palabras que emite el interlocutor. O finalmente en la forma más alta de comprender, escuchar con empatía.

Generalmente, nos enfocamos más por ser comprendidos, obviando comprender a la otra persona. Cuando uno escucha con empatía, le proporcionamos satisfacción a nuestro interlocutor, logrando a su vez que se sienta conforme y pueda enfocar toda su atención en comprenderte. Además, saber ser comprendido es esencial para completar el hábito 5.

Puede que este hábito sea uno de los más difíciles. El gran problema de la comunicación es que escuchamos para responder y no para comprender. Obviamente esto limita mucho llegar a un entendimiento o acuerdo. Si no comprendes la necesidad de la otra persona, ¿cómo va a encontrarle solución?

Hábito 6 – Encontrar la sinergia


La sinergia básicamente significa que el todo es más que la suma de sus partes. La naturaleza misma nos habla del poder que tiene la sinergia. Si se siembran dos plantas juntas, crecen mejor porque sus raíces se entrelazan y mejoran la calidad del suelo. Del mismo modo, si se unen dos trozos de madera, soportan más peso en total que si cada una tuviera que soportar la mitad del peso.

Este hábito está muy relacionado con los 4, 5, y 6. Cuando dos personas tienen diferentes soluciones en que las partes están en desventajas, buscan una tercera solución, que es más sinérgica y armoniosa.

Una persona verdaderamente efectiva tiene la humildad necesaria para reconocer sus propias limitaciones y apreciar los recursos que pone a su disposición la interacción con las mentes y los corazones de otros seres humanos.

escaleras al cielo

Hábito 7 – Afilar la sierra


El hábito 7 consiste en dedicar tiempo a afilar la sierra. Abarca a todos los otros hábitos del libro, ya que los hace posible. Su objetivo principal es desarrollar y engrandecer el mayor bien que poseemos: nosotros mismos.

En otras palabras, se trata de cuidar y renovar las tres dimensiones de tu naturaleza: la física, la espiritual y la mental. La física debes cuidarla en cuanto a comer el tipo de alimentos correctos, descansar lo necesario, y hacer ejercicio. Renovar la dimensión espiritual te mantiene en un estado óptimo de fortaleza y la capacidad de enfrentar los desafíos de la vida desde una posición de liderazgo.

Y  la renovación mental está relacionada con el constante estudio y preparación, que nutre y fortalece nuestras ideas. Y eso nos lleva de nuevo a la frase de Gandhi: “Cuidemos nuestros pensamientos”.

Los 7 hábitos de las personas altamente efectiva (conclusiones)


Para tener una idea más clara de cómo mejorar la eficiencia en el trabajo, imagina un atleta. El atleta debe mantenerse en forma para ser mejor, por lo que debe tener hábitos que propicien un estado. Nosotros, como puedes ver, no quedamos eximidos de tener un fuerte entrenamiento en pos de ser más eficientes y capaces.

Un músico debe tocar su instrumento todos los días, y estudiar largas horas si quiere ser buen músico. Así de tenaces debemos ser con el cuidado de los 7 hábitos de la gente altamente efectiva.

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Ahora solo queda emplear estos pasos para transformar tus hábitos de forma poderosa…. Deja un comentario si conoces otras formas.

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