Como todo lo referente al entorno humano, y más allá del aspecto material, y de forma específica el factor espiritual o afectivo, hay mucha tela que cortar o temas que podemos abordar.
Es por ello que, en el presente apartado indicaremos ciertos ítems o tópicos respecto al amor verdadero indagando sobre 8 aspectos que debemos conocer para un mejor entendimiento de este conocido tema en todo el orbe y en distintos niveles de dominio.
Así que, trataremos algunas premisas o puntos de vista, bajo los cuales muchas personas gestionan este tan importante tema, referido a un tema vital para toda persona como lo es el afecto mediante el amor.
Definiendo lo que es el Amor
Si bien es cierto que, al momento de hacer alguna definición de aspectos relacionados a la conducta humana, que de alguna manera puedan dar cabida a cierto grado de percepción o de subjetividades; es cuesta arriba lograr una verdad absoluta, podemos llegar a cierto nivel de certeza en cuanto a lo más aceptado, en este caso como ¿qué es el amor?
Como resultado, podemos indicar que el amor se nos presenta cuando aceptamos a nuestro amado o amada, no sólo con todas sus virtudes, bellezas y coincidencias, sino también cuando lo seguimos queriendo cuando estamos conscientes de sus defectos, fallas o ciertos actos o costumbres que nos puedan llegar a incomodar.
En otras palabras, si soportamos todas las diferencias, y desarrollamos cierto grado de tolerancia y aún de esta forma, seguimos queriendo con la misma intensidad, entonces estamos ante la presencia de un verdadero amor.
Dicho de otra forma, el amar significa reconocer, aceptar y seguir queriendo, a pesar de los defectos, errores o ciertos episodios de nuestro amado o amada, que pudiesen estar en contra de nuestros gustos o preferencias. Así mismo, el amor viene con una gran dosis de confianza que deberá recíproca de parte y parte.
No obstante, es importante entender que debemos tomar en cuenta ciertos aspectos de relevancia, que nos permitirán asegurar, al menos con mayor grado de certeza; cuando estamos ante un verdadero amor y no es sólo un cúmulo de factores que nos obliga a una relación casual o pasajera.
A continuación los 8 aspectos que debemos conocer respecto al amor verdadero.
1. El amor inicia por amarnos a nosotros mismos y a la vida, antes de entregarnos a otra persona
Existen muchos casos, llenos de confusión, donde las relaciones se tornan algo dañinas para al menos, uno de los implicados; ya que la base de una buena y sana relación debe partir del quererse a uno mismo (amarse) antes de profesar amor por alguna otra persona.
Lo anterior, tiene su fundamento en el hecho en que debemos valorarnos, como personas; ya que de ello dependerá el poder establecer y mantener una relación realmente saludable, que realmente aporte beneficios a largo plazo para ambas partes.
De allí que, el amor comienza por nuestro “yo” más interno, y lograr una relación sin dependencia o extrema necesidad de contar con el amado o amada, y que el tiempo de dicho amor, perdure y sean momentos de calidad, de sosiego y de verdadero placer.
A todo esto, es evidente que para muchos, no resulta nada fácil el querernos en su máxima y sana expresión a nosotros mismos, sin embargo siempre valdrá la pena el esfuerzo ya que nos será retribuida una relación con verdadero y duradero amor.
2. Debemos querer de manera incondicional y sin excepciones que obliguen a nuestro ser amado
Tal y como ya hemos mencionado, el amor conlleva la aceptación del ser amado, con todas sus virtudes y defectos, por lo que, no es sano imponer alguna condición a cambio de estar al lado de alguna persona.
Recordemos que no todo es color de rosas, ni vivimos en algún cuento de Hadas, Por el contrario, unos de los aspectos que hacen a la vida Bella, digna y gratificante de “vivirla” es el hecho de poder sortear aquellos momentos o inconvenientes que se nos presenten y seguir adelante.
Lo anterior, se puede extrapolar hasta una sana relación de amor, donde los inconvenientes son los posibles defectos de nuestra pareja, y aún así los aceptamos, y seguimos queriendo con igual intensidad.
Es importante resaltar que, si no aceptamos los defectos de nuestro ser amado, con el tiempo, los mismos se nos tornan insoportables, que se puede traducir en una mala experiencia mientras dure la unión y por último el amor se acabará y por ende la relación.
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3. El amor es una decisión de preferencia hacia una persona y no un estado de necesidad o dependencia
Sí el estar unido a una persona, es por circunstancias de la vida que por una u otra razón, obligan a mantener tal unión, entonces la relación no es amor sino más bien un estado de necesidad o dependencia.
Por lo tanto, la decisión de estar unida a una persona, debe partir del hecho que lo hacemos por convicción y por el valor que le damos a dicha persona, y no por lo que creemos que nos otorga o nos pueda complementar nuestra elección.
Este punto está ligado al hecho que no necesitamos de ninguna otra persona para ser realmente felices, y debemos amarnos a nosotros mismos sin necesidad de colocar nuestra felicidad en manos de otra persona.
4. En el saber solucionar los problemas, radica el hecho de ser la pareja perfecta y no en la ausencia de los inconvenientes
Estemos claro que, el único perfecto es Dios, por lo que todo lo demás tendrá algún defecto o falla, lo cual no es la excepción en el campo del amor.
Es por ello que, en el amor verdadero, sin importar los problemas que se presenten debe existir siempre la posibilidad de encontrar soluciones de manera conjunta con la pareja, siempre en términos de confianza, cordialidad y de respeto, lo que traducirá en una relación duradera en el tiempo y con muchos gratos momentos llenos de compartir.
En otras palabras, donde existe un verdadero amor, podrán existir momentos de cierto disgusto, complicaciones, discusiones y algunos otros inconvenientes, los cuales podrán ser resueltos en buenos términos, si ambas partes, están conscientes de una relación sana, sin prejuicios y basados en amor propio y recíproco hacia el otro.
5. El amor debe ser construido o levantado con detalles entre ambas partes
El amor no puede ser unilateral o de una sóla persona, para amar son necesarias dos personas, es decir; se debe consolidar un equipo y todo resolverlo de forma conjunta.
A tales efectos, lo ideal es que entre ambos participantes de la relación, lleguen a ciertos acuerdos o normas sobre las cuales se regirán para mantener una sana y necesaria armonía en su amor o unión.
Dichos acuerdos, deben estar basados en el respeto de los derechos del otro, sin imposiciones, siempre manteniendo un ambiente cordial, de comunicación asertiva y en todo momento respeto hacia las opiniones del ser amado.
Este tipo de comunicación, aseguran lograr acuerdos que beneficien los intereses de cada participante de la relación y de aquellos que son comunes para ambos, y en ningún momento se impondrán alguna condición.
Recordemos que hacemos una elección por convicción y no por obligación o necesidad.
6. Es sano establecer nuestros propios límites emocionales
Este aspecto, está muy ligado al nivel de amor propio que tengamos, por lo que toda relación sana y realmente basada en el amor, no debe incluir sacrificios u obligaciones de ninguna parte hacia la otra.
Por el contrario, la relación debe estar basada en metas y objetivos en común, y en aquellos casos que difieran, tales diferencias no deben tener incidencia negativa en el otro en ningún aspecto, bien sea emocional o afectivo, físico, económico, entre otros.
De modo que, ninguno de los participantes de la relación, no debe ser obligado a soportar acciones como engaños, maltratos, abusos (físicos o psicológicos), faltar a sus valores o principios, y en general cualquier comportamiento que pudiese ser considerado como falta de respeto.
Es allí, donde se pondrá a prueba todo el nivel de amor propio que tengamos y debemos evitar cualquier conducta que traspase nuestros límites de aceptación.
7. Cuando existe el amor verdadero, el mismo se manifiesta mediante lo que nos pueda ofrecer nuestro ser amado y no por lo pudiese llegar a exigirnos
Al momento que decidimos iniciar alguna relación, con nuestro ser amado, tal decisión es una etapa más que inclusive puede tomarse con un paso de superación personal y de mejoras y beneficios mutuos, por lo que no deben existir circunstancias que vayan en detrimento de ninguna de las partes.
En consecuencia, el amor no se debe convertir en una especie de falta de libertades, exigencias, controles obsesivos sobre la otra persona y ninguna acción que menoscabe la calidad de vida de cualquier de los integrantes de la unión.
Por el contrario, en el verdadero amor, deben existir ciertas libertades, alto nivel de confianza, respeto, oportunidades de crecimiento, y todo aquello que coadyuve a beneficios mutuos y de crecimiento, tanto en el plano espiritual, personal y hasta en el aspecto económico, sin que este último se convierta en condición que supedita la felicidad de la pareja.
En base a lo anterior, el amor no debe incluir comportamientos que, motivados a ciertas fallas de alguno de sus integrantes, le de pie a la otra parte a llevar a cabo acciones que justifiquen malos tratos, exigencias o sacrificios que atenten contra su comodidad y felicidad dentro de la relación que se encuentran construyendo.
Si por alguna razón, algunos de los participantes de la relación, sienten que su crecimiento se ve afectado, esto en lugar de amor, representa una relación que a la larga puede resultar nociva y sin mayores beneficios para ambas partes.
8. Dentro de una relación basada en el amor, cada integrante debe sentirse cómodo y sin obligaciones condicionantes
En caso que, por alguna circunstancia, algún integrante de la relación, sienta cierto nivel de insatisfacción o incomodidad, más allá de lo normal o previamente establecido, dentro de sus límites emocionales (antes mencionados); es probable que estemos ante la presencia de una relación dañina y no dentro de un verdadero amor.
Y una de las razones que facilita la continuidad de este tipo de relaciones, es que existe cierto nivel de confusión de sentimientos, y están soportando situaciones que pueden atentar contra nuestro bienestar, y es donde llega el momento de reflexionar sobre si nos conviene o no continuar dentro de tal unión.
En resumen, cada integrante, debe sopesar tanto los Pro como los contras de la relación, y en comparación con los acuerdos previamente establecidos, tanto con su pareja como consigo mismos, decidir si la balanza se inclina a un saldo positivo o negativo.
Y posteriormente, al balance de dicho saldo; tomar la decisión que mejor le convenga antes que la situación tome otros efectos o consecuencias de mayor impacto, en caso que el saldo sea negativo en determinado momento.
Resumiendo todo lo anteriormente expuesto, es evidente que existen ciertos parámetros de interés, a considerar a la hora de establecer una relación sana y que realmente esté basada en el amor verdadero.
De ahí que, para poder catalogar una relación como el amor verdadero, debemos ir más allá de una simple unión, y considerar aspectos como: amor propio, respeto entre las partes, comunicación asertiva, compromiso, confianza, libertades, entre otros.
Por el contrario, tener en cuenta que una relación que imponga condiciones, exigencias sacrificios o dependencia, no debe considerarse como una unión de verdadero amor, y representa una unión dañina que atenta contra nuestro bienestar.
Por último, el amor verdadero se inicia por el amor que sentimos por nosotros, seguido de una aceptación de todas las virtudes y defectos de nuestro ser amado, y estar dispuestos a resolver cualquier inconveniente que pueda presentarse siempre en el marco de respeto mutuo.
Así mismo, recordar en cada momento que el amor es una decisión por convicción, y no debe prevalecer ningún estado de necesidad de estar con alguna persona por el simple hecho de obtener nuestro complemento.
Características del Amor Verdadero
Profundidad de Conexión Emocional
El amor verdadero se distingue por la profundidad de la conexión emocional que existe entre dos personas. No se trata simplemente de atracción física o interés superficial, sino de una conexión que trasciende lo externo y penetra en los corazones y almas de las personas involucradas. Esta conexión profunda se basa en la comprensión mutua, la empatía y la aceptación incondicional.
Empatía y Comprensión Mutua
Una de las características más sobresalientes del amor verdadero es la empatía. Las personas que se aman genuinamente tienen la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de comprender sus sentimientos y experiencias. Esta empatía profunda crea un espacio de apoyo y comprensión en la relación, lo que fortalece el vínculo entre las personas.
Aceptación Incondicional
El amor verdadero implica aceptación incondicional. Las personas que se aman no tratan de cambiar a la otra persona ni de imponer expectativas poco realistas. En cambio, se aman y valoran tal como son, con todas sus virtudes y defectos. Esta aceptación crea un ambiente seguro en el que ambos pueden crecer y ser auténticos.
Crecimiento Personal Conjunto
El amor verdadero promueve el crecimiento personal conjunto. Las parejas que se aman se apoyan mutuamente en sus metas y aspiraciones individuales. A medida que enfrentan desafíos juntos y celebran los logros del otro, crecen no solo como individuos, sino también como equipo.
Confianza y Vulnerabilidad
La confianza y la vulnerabilidad son pilares del amor verdadero. Las personas que se aman confían el uno en el otro con sus pensamientos más profundos, miedos y deseos. Esta apertura crea un nivel de intimidad que fortalece el vínculo y permite que la relación crezca en profundidad.
El Amor Verdadero en Diferentes Etapas de la Vida
En la Juventud: Descubrimiento y Pasión
En la juventud, el amor verdadero puede ser una experiencia intensa de descubrimiento y pasión. Las emociones son profundas y a menudo impulsivas. Esta etapa es crucial para entender las dinámicas emocionales y las preferencias personales en una relación.
En la Madurez: Compañerismo y Apoyo
Con el tiempo, el amor verdadero se transforma en un compañerismo profundo y un apoyo mutuo. Las parejas se convierten en aliados en la vida, enfrentando juntas los altibajos y celebrando los logros. El amor en esta etapa se basa en la confianza y el respeto.
En la Vejez: Un Legado de Conexión Duradera
En la vejez, el amor verdadero se convierte en un legado de conexión duradera. Las parejas que han compartido una vida juntas desarrollan una profunda intimidad emocional. Recordar los momentos compartidos y enfrentar la vejez juntos fortalece su vínculo.
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Conclusión
En última instancia, el amor verdadero va más allá de las palabras y los gestos superficiales. Se trata de una conexión profunda y significativa basada en la comprensión mutua, la aceptación incondicional y el crecimiento conjunto. Reconocer el amor verdadero implica sintonizar nuestras emociones y estar dispuestos a cultivar una relación que nutra el alma. Así que, ¿estás listo para abrir tu corazón y permitir que el amor verdadero entre en tu vida?
Preguntas Frecuentes
No necesariamente. Si bien el amor verdadero puede incluir aspectos románticos, también implica una conexión emocional profunda y un compromiso mutuo.
Sí, el amor verdadero puede evolucionar a lo largo del tiempo. Las relaciones pasan por diferentes etapas y adaptarse a estos cambios es parte del proceso.
El amor verdadero se caracteriza por la empatía, la aceptación incondicional y el crecimiento conjunto. Si sientes una conexión profunda que trasciende lo superficial, es posible que estés experimentando amor verdadero.
Sí, es posible encontrar el amor verdadero en diferentes momentos y con diferentes personas. Cada relación es única y puede traer consigo una experiencia de amor genuino.
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