Desde un enfoque místico, el estar en el nivel más alto de conciencia espiritual te lleva a ese estado de sabiduría donde sientes que tienes cierta influencia sobre la vida. Es en este estado de iluminación donde crees en tu potencial oculto, y, por lo tanto, eres consciente de que haciendo uso de tus pensamientos, emociones y acciones eres capaz de generar un efecto positivo en todo lo que te rodea.
De cierta manera, el grado de conciencia en el que operamos se corresponderá con el nivel de desarrollo personal que hemos alcanzado. Es así como todas las personas operan en distintos niveles y deciden cómo satisfacer sus necesidades en función de su visión del mundo.
Sin importar la etapa en donde nos encontremos, la verdadera meta es conseguir el despertar de la conciencia, para que logremos estar en “sintonía” con el universo.

¿Cuáles son los diferentes niveles de conciencia que existen?
La vida es un eterno viaje por la inconsciencia. Michael Beckwith, autor del nuevo pensamiento, la organizó en cuatro etapas tomando en cuenta la filosofía Zen: conciencia pasiva, conciencia en control, conciencia abierta y conciencia despierta.
Por su parte, la conciencia espiritual, desde un enfoque budista, se produce en 10 etapas escalonadas que van desde la primera, conformada por personas ignorantes que no tienen la capacidad de desarrollar su espiritualidad; para luego evolucionar hasta alcanzar el último estado de conciencia, el de la sabiduría, la iluminación y la “mente sagrada”.
Aquí explicaremos las 4 formas de conciencia descritas por Beckwith:
Conciencia pasiva:
Es el primer nivel, en donde la vida te sucede y no tienes ningún control sobre ella. Las personas en esta etapa se caracterizan por:
- Ser víctimas de las circunstancias.
- Viven de las quejas.
- Piensan que todo lo malo sucede en su vida.
- Es común que supongan que la vida solo se trata de sufrir y no logran apreciar la verdadera felicidad.
- A menudo consideran que todos están en su contra: por ejemplo, sienten que la familia no los quieren, en el trabajo no se sienten valorados, etc.
- Son personas pesimistas.
- Frecuentemente, tienen baja autoestima.
Por desgracia, en este nivel se corre el riesgo de caer en un círculo vicioso del que es difícil salir.
Por otro lado, el beneficio de estar en este nivel de conciencia es que, una vez que se comprende la situación, el cambio y/o evolución puede generar una sensación indescriptible de liberación. De hecho, es en este punto en donde se puede sentir más euforia en comparación con los siguientes grados de conciencia.
Conciencia en control
Te das cuenta de que la vida te está pasando, y tratas de usar tu mente para hacer las cosas de la forma en como deseas.
Se caracteriza por:
- Tener una sensación de poder sobre el otro y sobre sí mismo.
- Creación de metas, que si no las cumples puedes sentir culpa y vergüenza.
- Permite visualizar los objetivos.
- Comienzas a ser consciente de tu entorno y, por lo tanto, más feliz.
La desventaja de este nivel es que muchas personas se alejan de lo espiritual, y se convierten en egocéntricos.
Por otro lado, un aspecto positivo de este nivel de conciencia es que resulta ser el punto de partida para lograr tener el control de todos los aspectos de tu vida.
Conciencia abierta
La conciencia abierta es aquella donde la vida sucede en tu interior. De hecho, antes de ver el exterior, primero pones la atención en ti.
Sus características más interesantes son:
- Te abres a la vida; desistes en ser una víctima y te interesas solo en tu interior.
- Comprendes que, a pesar de las circunstancias, existen aspectos positivos de la vida en los que puedes enfocar tus energías.
- Decides prestar atención a tu intuición.
- Vives en gratitud.
- Entiendes que el universo te habla y aprendes a conectarte.
Lo bueno de este nivel es que comprendes que eres un ser divino, que aunque tengas o no el control de las circunstancias, siempre puedes aprovechar cada oportunidad.
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Conciencia despierta
El último nivel de conciencia es aquel en donde te das cuenta de que la vida no sucede al azar, sino que cada evento en ella te acerca a la liberación del flujo del entendimiento.
- Entiendes que tú eres la vida.
- Sientes solo amor y perfección en todo lo que te rodea.
- Alcanzas la máxima iluminación.
En este nivel de conciencia aprendes a despertar tu conciencia espiritual, a limpiar tu mente de todos los aspectos negativos, y alcanzas el equilibrio entre tu interior y el exterior.
De hecho, en este nivel aprendes a no analizar todos los aspectos que suceden en tu vida, sino que entiendes que todas las cosas suceden por alguna razón.
No crees en casualidades, sino en una fuerza que está íntimamente conectada con tu subconsciente, y el subconsciente colectivo; una fuerza superior que va manifestando diversos sucesos en tu vida con relación a tu nivel personal.
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Palabras finales sobre la conciencia
Resulta importante tener en cuenta que los estadios de la conciencia son como un “espejo” que refleja lo que sucede en las diferentes áreas de tu vida.
Para empezar, no olvides que la etapa de la víctima se enfoca constantemente en lo peor, mientras que la etapa del “control” enseña a cómo alcanzar una mayor comprensión de las circunstancias.
Luego, comienzas a entender que la vida sucede en tu interior y aprendes a conectarte con el universo.
En lugar de pensar de forma negativa, usas, en cambio, afirmaciones positivas. Este es el espíritu de la ley de la atracción, es decir, la esencia de la ley de resonancia.
Por último, cuando comienzas a asumir la responsabilidad de tus pensamientos, de tus sentimientos y de todo lo que sucede en tu vida, comienzas a creer, porque ya lo has vivido, que eres capaz de convertir en realidad cualquier cosa que imagines.

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