¿Qué es la meditación y cómo puede cambiar tu vida?

Mi primer contacto con la meditación lo tuve hace años, después de leer un libro estupendo que se llama El corazón de las enseñanzas de Buda, del maestro zen vietnamita Thich Naht Hahn.

Tanta fue mi curiosidad, que empecé a practicarla por mi cuenta. Noté que, poco a poco, con cada sesión de meditación, mi mente se volvía más clara y mis emociones se sosegaban. Además, me sentía más concentrado y creativo, y mi efectividad en el trabajo se había multiplicado.

Ello con solo 30 minutos diarios de meditación…

En unos meses, noté que me había convertido en una persona más efectiva en todos los aspectos, y que mis relaciones con las demás personas (incluyendo mi pareja) habían mejorado notablemente. La ansiedad, la angustia y el estrés eran cosa del pasado, y podía concentrarme con mucha mayor facilidad en mis metas y proyectos.

Por eso, siempre recomiendo la meditación. No solo como una forma de relajarse, sino como lo que es realmente: un entrenamiento de la mente y las emociones que puede cambiar tu vida.

¿Te interesa saber más…?

La palabra “meditación” es bastante ambigua, y todavía causa confusión a muchas personas.

Hasta la difusión de las prácticas meditativas de Oriente, en la cultura occidental el término era sinónimo de reflexión o pensamiento atento y concentrado con el fin de estudiar o comprender algo lo suficiente bien. Así, por ejemplo, tenemos las famosas Meditaciones de Marco Aurelio.

Meditación también hacía referencia a las oraciones o rezos que los místicos cristianos y musulmanes hacían para encontrar a Dios. Por ejemplo, tenemos las meditaciones que practicaban Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz o Abu Bakr al-Kalabandi.

Sin embargo, con la llegada del yoga y el budismo a Occidente, aprendimos infinidad de técnicas basadas en la concentración de la mente y el cuerpo, lejos de toda reflexión o evaluación, a las que a falta de otro nombre tradujimos como meditación.

Entonces, ¿qué es la meditación tal y como nos ha llegado desde Asia? Es una forma de alcanzar un estado de la mente atenta, calmada y feliz que nos permita experimentar la realidad tal y como es. Y así descubrir quienes somos realmente y cuál es nuestra relación con el resto de las cosas.

De esa forma, logramos que nuestra mente y corazón se purifiquen, y sanen las viejas heridas. Dejamos ir el pasado y las preocupaciones sobre el futuro, y aprendemos a vivir aquí y ahora, sin dejarnos arrastrar por nuestras opiniones o por estados mentales negativos como la ira, los celos o la angustia.

Cuando practicamos meditación, dejamos a un lado nuestras preocupaciones y angustias, nuestras opiniones y reflexiones, y nos entregamos al ir y venir de nuestros procesos interiores. A estos los observamos sosegadamente, sin juzgar, sin decir esto es bueno o esto es malo.

Eventualmente, tanto el cuerpo como la mente se calman. La respiración se hace profunda y lenta, el corazón late más despacio, desaparecen todas las tensiones del cuerpo y los pensamientos cesan de molestar. Es un estado de paz completa que purifica y repara, un estado de armonía con nosotros mismos y con el resto del Universo.

Con la práctica continua, los beneficios de aprender a meditar se hacen notar sin reparos. Nuestra salud mejora, desaparece el estrés y la angustia, logramos conciliar el sueño con mayor facilidad y dormir profundamente, y nos volvemos más felices y positivos. Además, aprendemos a asumir con mayor ecuanimidad y asertividad los problemas y dificultades de la vida cotidiana.

Esto tiene un impacto a gran escala en nuestra personalidad y las relaciones que mantenemos con otras personas, y con las muchas actividades que realizamos a diario. No en vano aprender a meditar forma parte de muchas terapias y cursos avanzados de coach.

Meditación en la Vida Moderna: Desmitificando las Creencias Falsas

En la vida moderna, la meditación ha sido envuelta en una serie de mitos y malentendidos que a menudo desalientan a las personas de explorar esta valiosa práctica. Aquí, desmitificaremos las creencias erróneas más comunes que rodean a la meditación y te mostraremos cómo la meditación es accesible y beneficiosa para todos, sin importar tu estilo de vida o creencias personales.

Mito 1: La Meditación es Exclusivamente Espiritual

Uno de los mitos más comunes sobre la meditación es que es una práctica puramente espiritual o religiosa. Aunque la meditación tiene raíces en diversas tradiciones religiosas, como el budismo y el hinduismo, se ha desvinculado en gran medida de cualquier afiliación religiosa. Hoy en día, la meditación es apreciada por personas de todas las creencias y filosofías, ya que es una herramienta para la gestión del estrés, la mejora del bienestar mental y emocional, y el aumento de la concentración.

Mito 2: La Meditación Requiere Mucho Tiempo

Otro mito común es que la meditación es una práctica que consume mucho tiempo. Esto no podría estar más lejos de la verdad. Si bien algunas personas eligen meditar durante períodos prolongados, como 20 o 30 minutos, incluso sesiones más cortas, de 5 a 10 minutos al día, pueden ser beneficiosas. La meditación se puede adaptar a tu horario y estilo de vida, y no es necesario dedicar largas horas para experimentar sus ventajas.

Mito 3: Debes Limpiar Tu Mente de Pensamientos

La idea de que la meditación implica “vaciar” la mente de pensamientos es un mito que disuade a muchas personas. En realidad, la meditación no requiere que elimines todos los pensamientos. En cambio, se trata de observar los pensamientos sin apegarte a ellos. Aprenderás a ser consciente de tus pensamientos y emociones, lo que a su vez te ayudará a comprender y gestionar mejor tus pensamientos y sentimientos en la vida cotidiana.

Mito 4: La Meditación es Solo para Personas Tranquilas

Algunas personas creen que solo aquellos que son naturalmente tranquilos o introvertidos pueden meditar con éxito. Esto no podría estar más lejos de la verdad. La meditación es beneficiosa para todos, independientemente de su personalidad o nivel de actividad. De hecho, puede ser especialmente útil para aquellos que tienden a sentirse estresados, ansiosos o hiperactivos, ya que puede promover la calma y la claridad mental.

Mito 5: La Meditación no Ofrece Beneficios Tangibles

Finalmente, algunos pueden creer que la meditación es una práctica esotérica que no ofrece beneficios reales. En realidad, numerosos estudios científicos respaldan los efectos positivos de la meditación en la salud mental y física. Estos beneficios incluyen la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión, la mejora de la concentración, la memoria y la calidad del sueño, y el aumento del bienestar general.

Ahora bien, antes de explicarte los tipos de meditación que hay, me gustaría aclararte la diferencia entre meditación y mindfulness. Mucha gente los considera sinónimos, pero no es así.

Mindfulness significa “consciencia plena”, aunque su significado más exacto en español es “atención consciente plena”.

Es decir prestar atención a todo lo que está sucediendo aquí y ahora, en este preciso instante, sin dejarse arrastrar por el pasado (que ya pasó) o al futuro (del que en realidad no sabemos nada y, hasta que se convierta en presente, está solamente en nuestra imaginación).

Así vemos que, en realidad, el mindfulness es la habilidad básica de la meditación. De hecho, en budismo no hay meditación sin mindfulness, ya que toda técnica meditativa comienza por la atención consciente plena en el cuerpo, pensamientos, sensaciones, percepciones, etc. Los budistas le llaman a esto sati, una palabra en lengua pali que significa precisamente mindfulness.

Cuando prestas atención a lo que está sucediendo ahora mismo, tanto dentro de ti como en tu entorno (a través de las sensaciones), la mente deja de perseguir las preocupaciones y los asuntos de la vida cotidiana.

Como está concentrada en el aquí y el ahora, sin más distracción, se aquieta como el agua de un estanque que ha dejado de ser removida. Y cuando el agua se calma, entonces podemos ver el fondo del estante.

De la misma forma, cuando la mente se calma, podemos mirar en nuestro interior y lograr una gran intimidad con nosotros mismos, descubriendo y sanando nuestras heridas más profundas con una mente tranquila, alegre y concentrada, sin que nos afecte realmente. Y es ahí cuando sucede el verdadero cambio.

Así, pues, todo parte de la atención plena (mindfulness). Tenlo en cuenta cuando te explique los diferentes tipos de meditación que existan, en el siguiente apartado de esta breve guía.

1. Mantra

Los mantras son sonidos sagrados que se repiten mediante el cántico para centrar la mente. Por eso, la meditación con mantras es la más sencilla que puedes aprender, y su efecto es poderoso e inmediato.

Además, las vibraciones producidas por los mantras tienen efectos muy beneficiosos para la salud. Algunos de los mantras más utilizados son “Om ah hum”, “Om mani padme hum”, “Om namah shivaya” y “So ham”.

2. Meditación trascendental

Es una forma de meditación silenciosa con mantra que se practica 20 minutos 2 veces al día, creada por Maharishi Mahesh Yogi.

A diferencia de la meditación mantra tradicional, en la meditación trascendental el mantra es personal y diferente cada uno, y solo un maestro certificado puede darte el adecuado para ti. Numerosos estudios en el campo de las neurociencias han demostrado el poder de esta forma de meditación.

3. Kundalini

La energía Kundalini se encuentra dormida en la base de la columna vertebral, y esta técnica de meditación tiene por objetivo despertarla y hacerla fluir por todo el cuerpo a través de asanas (posturas del cuerpo), pranayamas (técnicas de respiración), mantras, mudras (posturas de manos) y cánticos, así como técnicas de visualización y concentración mental.

4. Anapanasati

Esta palabra viene del idioma pali y significa mindfulness (sati) en la respiración (anapana). En efecto, consiste en observar el ir y venir de tu propia respiración, sin controlarla de ninguna forma ni evaluarla, a fin de lograr un estado cada vez más profundo de calma mental e introspección. Aprender a meditar con esta técnica es muy sencillo y beneficioso.

5. Vipassana

La meditación Vipassana es la principal dentro del budismo Theravada. Comienza con la contemplación del cuerpo, para luego profundizar en la contemplación de las sensaciones, de la mente y de los objetos mentales. Es una técnica muy avanzada, así que, si quieres aprenderla, te aconsejo acudir a un centro budista o a los retiros de Vipassana de 10 días que se hacen todos los años en muchos países del mundo, incluyendo España.

6. Zazen

La palabra significa meditación (zen) sentada (za) en japonés. Y es la técnica que emplean las diferentes escuelas del budismo Zen, como la Soto y la Rinzai. Se basa en tres puntos: la postura, la respiración y la actitud del espíritu. La meditación zazen es una de las técnicas de más poderosas que hay, pero también una de las más difíciles.

7. Meditación Metta (Amor Benevolente)

La meditación de Amor-Benevolente consiste en irradiar amor en todas direcciones y hacia todos los seres para convertirnos en personas más serenas, alegres y compasivas. Sin embargo, por su dificultad, se intruye al principiante a irradiar primero amor hacia uno mismo, luego hacia un amigo, después un familiar, una persona que no te provoca ni agrado ni desagrado, y finalmente un enemigo. Cuando eres capaz de amar a tu enemigo, ya puedes irradiar amor en todas las direcciones.

8. Tonglen

Al igual que la meditación Metta, Tonglen (que significa “enviar y tomar) se basa en la compasión. Muy popular en el budismo tibetano, te permite conectar con tu propio sufrimiento y el de los demás, y despertar así la compasión. Es una técnica de purificación de la mente y las emociones muy poderosa.

Meditación y Salud Mental: Una Alianza Poderosa

La meditación no es solo un ejercicio de relajación; es una poderosa herramienta que puede marcar una diferencia significativa en tu salud mental. En esta sección, exploraremos a fondo cómo la meditación y la salud mental se entrelazan y se benefician mutuamente.

Gestión del Estrés y la Ansiedad: Uno de los beneficios más notables de la meditación es su capacidad para reducir el estrés y la ansiedad. La meditación te enseña a estar presente en el momento actual y a dejar de lado las preocupaciones sobre el futuro o el pasado. Esto permite que tu mente se relaje y se libere del peso de la ansiedad. Numerosos estudios han demostrado que las prácticas de meditación, como la atención plena (mindfulness), son eficaces para reducir los niveles de estrés y ansiedad.

Depresión y Meditación: La meditación también puede ser una herramienta efectiva en la gestión de la depresión. Aunque no es un sustituto de la atención médica, puede complementar el tratamiento convencional al ayudar a los individuos a desarrollar una mayor conciencia de sus estados emocionales y a encontrar formas de lidiar con la depresión. La meditación promueve la autocompasión y la autoaceptación, lo que puede ser especialmente beneficioso para quienes luchan contra la depresión.

Resiliencia Emocional: La meditación no solo te ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, sino que también te fortalece emocionalmente. A medida que practicas la meditación, desarrollas una mayor capacidad para lidiar con las adversidades de la vida. Aprendes a enfrentar los desafíos con calma y claridad en lugar de reaccionar impulsivamente. Esta resiliencia emocional te permite adaptarte mejor a las situaciones estresantes y superar los obstáculos con una mente más equilibrada.

Calidad del Sueño: Los problemas de sueño son comunes en personas con trastornos de ansiedad y depresión. La meditación, especialmente las técnicas de relajación, pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño. La práctica de meditación antes de acostarte puede inducir una sensación de calma y relajación, lo que facilita el sueño y la permanencia en un sueño profundo.

Mejora del Bienestar General: La meditación no solo se trata de resolver problemas de salud mental; también se trata de mejorar tu bienestar general. A medida que practicas la meditación, te vuelves más consciente de tus pensamientos y emociones. Esto te permite liberarte de patrones de pensamiento negativos y adoptar una perspectiva más positiva y compasiva hacia ti mismo y hacia los demás. La meditación fomenta una actitud de gratitud y satisfacción con la vida.

La meditación y la salud mental forman una alianza poderosa, y sus beneficios son respaldados por una creciente cantidad de investigaciones científicas. Si buscas una forma natural y efectiva de mejorar tu salud mental, la meditación es una herramienta valiosa que puede ofrecerte una mayor paz interior, resiliencia emocional y bienestar general.

Hay muchas personas se descargan una meditación guiada mindfulness para dormir profundamente o soltar la tensión del día. Y no está mal hacerlo con este objetivo. Pero debes entender que la meditación es mucho más que un simple ejercicio de relajación.

En pali, el idioma del Buda, la palabra para meditación es “bhavana”, que significa “cultivo”, “desarrollo”, “entrenamiento”. La meditación es, por tanto, un entrenamiento de la mente-cuerpo.

De hecho, son muchas las personas que han superado trastornos de personalidad y hasta problemas mentales severos gracias a la meditación. A otros, les ha sido muy útil para lograr la tranquilidad, la energía positiva y la concentración que necesitaban para triunfar.

Y es que la meditación puede literalmente cambiar tu vida para siempre. Solo tienes que tomarte unos minutos diarios para aprender a meditar correctamente, y hacer de ello un hábito.

Esto último es muy importante, porque sin repetición no hay excelencia. Meditar una vez a la semana o solo cuando te acuerdes o te “nazca”, no te dará los resultados que esperas. De la misma forma que no sacarías músculos si no te haces la rutina de ir al gimnasio asiduamente, y dar cada día lo mejor de ti.

“Bueno, ¿y hay gimnasios para meditar?”, te preguntarás. Y la respuestas es un rotundo ¡sí! En todos los países del mundo hay centros de meditación budista, yoga, meditación trascendental (MT), etc. Y, si no hubiera uno cerca de ti o no puedes acudir por algún motivo, en Zoom hay muchos grupos de meditación guiados por maestros certificados.

Si quieres aprender a meditar y alcanzar buenos resultados, unirse a estos grupos es mucho mejor que conformarse con un video de meditación guiada que bajaste de YouTube y que no sabes realmente quién lo hizo.

Además, meditar en casa solo es mucho más difícil que acompañado por un maestro y un grupo (aunque sea online). La influencia de personas con experiencia y buenos hábitos es inapreciable, porque te ayudarán a salirte de tu estrecho marco personal, adoptar un modelo de referencia positivo y ver las cosas de manera diferente.

Recuerda que, en budismo, las Tres Joyas son el Buda, el Dharma (la Enseñanza) y la Sangha (la comunidad de practicantes). Y esto es válido para todo en la vida, no solo para aprender a meditar. Necesitamos un maestro, una enseñanza a seguir y la compañía de otros estudiantes.

Como dijo el autor y coach en liderazgo y motivación, Francisco Alcaide, “la mejor forma de aprender es aprendiendo de los mejores”.

Y así, hemos llegado al final de este artículo. Gracias y para ti Paz, Amor y Felicidad ?

Preguntas frecuentes sobre la meditación