La responsabilidad es una cualidad que poseen en común muchos grandes personajes de la historia. Con esto queremos decir, que ser responsable es seguramente una virtud que logra engrandecer al hombre y lo perfila correctamente hacia la grandeza.
Ser responsable se logra al realizar desde simples actos como tender tu cama a diario hasta hacer frente a las decisiones más importantes de la vida.
De igual manera, un sentido de responsabilidad siempre impulsa a un individuo a llegar a tiempo a todos sus deberes y cumplir con sus promesas.
Como decía William Shakespeare:
«Es mejor tres horas demasiado pronto que un minuto demasiado tarde.»
Consejos para ser más responsable contigo mismo y los demás
Un mundo donde existe plena responsabilidad por las acciones, decisiones y compromisos, se imagina como un mundo perfecto. Donde cada individuo sería capaz de lograr todo lo que propusiera por tener un impulso innato cumplir cada uno de sus objetivos y promesas.
Por lo tanto, aplicar estos consejos para ser más responsable te permitirá elevar tu nivel de disciplina y compromiso.
Planifica tu tiempo
Mantener todas tus actividades y compromisos en una agenda sin duda es una acción que te llevará a ser más responsable. Anota cada cosa que debas hacer, desde tus tareas más simples del hogar como la planificación semanal de tu trabajo.
Si aplicas este método y lo vuelves un hábito, tu antiguo sentido de irresponsabilidad desaparecerá naturalmente.
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Reconoce tus errores
De las cualidades más destacables de una persona que genera admiración por otros, hay que mencionar la virtud de hacerse responsable por sus propias acciones. Reconocer un error te eleva y te sitúa como una persona confiable.
Sumado a esto, deja las excusas a un lado y hazte cargo de tus propias acciones y decisiones, es decir, lo que puedes controlar. Verás como reconocer en lo que fallas te llevará a mejorar tus virtudes.
Adquiere más disciplina
La disciplina va de la mano con la responsabilidad. Adquirir un sentido de disciplina significa convertirse naturalmente en una persona llena de responsabilidad.
Crea hábitos que te impulse hacia tus objetivos y síguelos con vehemencia. Despierta temprano y haz tu cama, perfecciona una habilidad que te haga brillar, cultiva el hábito de ser amable; en fin, piensa en la disciplina como esa herramienta que te llevará hacia todo lo que deseas en esta vida.
Aprecia el valor del tiempo
Como dijo Charles Darwin una vez:
«Una persona que se atreve a perder una hora de su tiempo no ha descubierto el valor de la vida».
Si tienes que llegar a tiempo a un compromiso, coloca tu alarma unos 10 minutos antes de la hora para que sepas que debes irte en cuanto suene. Aprecia llegar a tiempo a cualquier lugar y disfruta de una vida lejos del estrés.
De igual forma, evita perder tu tiempo en cosas que no aporten valor. Es decir, enfócate en las cosas que te hacen feliz y te impulsan a crecer. Ya que es probable que no seas responsable porque tu vida carece de sentido o motivación.
Rodéate de un entorno estimulante
Si has conseguido motivarte por algo, ya sea por una meta o una idea, harás todo lo posible por ser más responsable, y si ni siquiera te esforzarás en conseguirlo.
Para ello, rodéate de ciertas personas que ya posean las cualidades que deseas adquirir. ¿Quieres ser más responsable, más amable, más simpático, más aventurero? Encuentra una persona que contenga esas virtudes y júntate con él o ella.
De igual forma, busca mejorar tu entorno o sitio de trabajo. Lo que quiero decir es que consigas la manera de sentirte a gusto en el lugar donde trabajas, estudias o realizas cualquier otra actividad que demande un esfuerzo.
Actitud positiva
La actitud positiva es como un músculo, hay que trabajarla para que se vuelva más fuerte e incorruptible. Mantener una personalidad entusiasta, así estés presenciando malos momentos, hace posible que conquistes hasta lo impensado.
Por lo tanto, si tienes que hacer algo que crees agotador o imposible, solo busca la forma de cambiar la perspectiva del asunto. Anímate a encontrarle el lado positivo a todo, esto incluye hasta lo que consideras que sucede por mala suerte.
Ya verás que desarrollar una actitud de ganador te volverá una persona imparable, donde rara vez muestres algo de irresponsabilidad hacia tus deberes.
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Hábitos de una persona responsable
Las personas que son responsables en el trabajo o la escuela poseen algunos hábitos innatos o adquiridos que los convierte en lo que son.
«Primero hacemos nuestros hábitos, y luego nuestros hábitos nos hacen a nosotros».
— John Dryden.
Buenos hábitos para ser más responsable:
Hacer la cama todos los días: al levantarte e iniciar el día es bueno que te acostumbres a hacer tu cama. Este simple acto es como enviarle un mensaje al mundo y decirle que estás dispuesto a hacer las cosas de la manera correcta.
Ordenar tu cuarto u hogar cada cierto tiempo: el orden trae equilibrio, la limpieza trae paz. Asimismo, muchas personas usan esta actividad como un modo para depurarse internamente.
Cumple lo que prometes: no hay nada más vergonzoso que dejar una promesa en el aire. O bueno, es algo que se debería empezar a ver de esta forma. Si dices que vas a hacer algo, cúmplelo y convierte eso en un hábito.
Anota todo lo que es importante: es posible que si dejas todas tus tareas desorganizadas, olvides hacer esa llamada que tenías pendiente con asunto de trabajo, por dar un ejemplo. Para que esto no suceda, empieza a anotar y categorizar todas tus obligaciones por orden de importancia.
Administra bien tu tiempo: el tiempo es muy valioso, probablemente más que el dinero. Por eso, organiza pequeños lazos para cada tarea del día y enfócate en completar lo que te has propuesto. Así, te acercarás cada vez más a las cualidades de las personas que son responsables y exitosas.
Toma un descanso y diviértete: no todo en la vida es trabajo o estudio, por ello, es importante que tengas un espacio de tu tiempo para divertirte o simplemente descansar. Sal a patinar, escucha música mientras paseas, ve a comprarte un helado. Es decir, la idea es que despejes la mente cada cierto tiempo y recargues energías de manera periódica.
Para terminar, vamos a apreciar una buena frase del escritor italiano Maquiavélico:
«Donde hay disciplina, hay orden y rara vez falta la buena fortuna.»
— Maquiavélico
Gran parte de la responsabilidad se adquiere gracias a la disciplina. Así, un hombre consigue equilibrio y hasta descubre su propia pasión. Solo hace falta concentrarse en algo sin distracciones para que brote esa inspiración tan anhelada, lo cual es clave para atraer la buena fortuna.
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