Te pasa frecuentemente que despertar cada mañana supone otra jornada cargada de la misma rutina, cronometrada por el estrés ya incorporado en tu existencia
Aun en la cama, revisas el móvil y los compromisos pendientes, finalmente te alistas como siempre y así transcurre tu día sin ningún impacto. Sin embargo, te percatas de esto ya en la noche cuando reaccionas, acomodando la cabeza en el acostumbrado espacio que siempre hace tu almohada.
Seguramente suspiraste profundo con la afirmación anterior, es que resulta angustiante esa sensación de que todo es lineal y predecible.
Unos prefieren culpar a su trabajo porque las horas que demanda “no les deja otra opción” y garantizar una fuente de ingreso es evidente. Otros muy perseverantes se prometen a sí mismos que mañana será un día distinto esperando en calma por algún milagro, pero STOP…
Ya es viernes y aún te ves haciéndolo todo igual o sea la misma trayectoria aburrida. El objetivo no es ofenderte, pero si te fijas estás procrastinando como un ente pasivo frente a la tele o tus redes sociales por ejemplo.
Pendiente a la reacción que manejan algoritmos y la vida sigue su curso, como aquel río que tienes a un kilómetro y hace tiempo no visitas.
¿Qué entendemos por rutina?
Casi todos concuerdan que la rutina es la reproducción automática de prácticas repetitivas a lo largo del tiempo. Sucede de forma estática donde el ser humano no añade modificaciones ni variaciones de la realidad latente.
Es la sensación de convivir en un esquema simultáneo traducido en aburrimiento, tedio y hastío alarma evidente de que necesitamos un cambio urgente.
Por qué es necesaria la rutina?
Si bien la rutina nos muestra la seguridad de lo que tenemos, porque nos hace consciente, también deja ver lo que significa no asumir experiencias ajenas a un plan trazado.
Renunciar por un momento a la estabilidad, por lo nuevo o las ideas de última hora, significa un reto al que no todos estamos dispuestos.
Y urge valorar que para la realidad que vivimos todavía en pandemia, sean menos las opciones y sin embargo, sorprende como esta situación, ya algunos les sirve también de excusa para no apostar por el cambio.
Toca entonces reinventarnos incluso en el hogar, no todo es blanco y negro modificar la rutina consecutiva va a generar que seamos hasta más productivos.
¿Cómo incide la rutina en nuestras vidas?
El tedio como también se nombra, generalmente llega en silencio reflejado en el trabajo, la pareja… (válido para todas las esferas) y cuando nos damos cuenta es porque ya ha hecho tantos estragos que nos asfixia, entonces ¿ qué tal si le haces si no le haces el juego y manejas la vida desde la acción, haciendo cambios extraordinarios?
Vale recordar como de pequeños tenemos la fuerza natural de vivir intensamente, captando como esponjas experiencias increíbles en cada acontecimiento que dejaba huellas en el tiempo.
Para que me entiendas, cada suceso era importante, como parte de nuestro crecimiento y eso era estupendo. Te hablo de ese primer día de clases, aquella navidad, cuando cayó tu primer diente, el momento que aprendiste a andar en bici, la esperada graduación o ese primer amor que marcó tu adolescencia.
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¿Afrontar el tedio con cambios o estabilidad?
Los recuerdos son únicos y exclusivos en cada persona, pero lo que quiero es que razonemos: ¿por qué tu vida se ahoga frecuentemente ante la rutina?
Por algún motivo viajamos un poco en el tiempo atrás, reflexiona y grábate esto: mientras más sucesos extraordinarios vive el ser humano así mismo interpreta como es que vive.
Ahora ya eres mayor de edad con una carrera o emprendimiento rumbo al éxito, tal vez tienes una familia creada o el coche de tus sueños, en esa búsqueda no tenías tiempo a nada y luchaste con fuerzas hasta lograrlo.
Finalmente tienes una vida estable, asentada y con sosiego, pero cada vez son menos los eventos que ocurren en tu vida, pasó el tiempo y creciste.
Que hacer ante el aburrimiento.
Exactamente, toca poner un poco de condimento y plantearte retos, aventuras y cosas nuevas, porque es así como lo asume tu mente y espíritu para no percibir el hastío. A medida que crecemos son menos los momentos memorables y esa falta de novedad hace que los días pasen desapercibidos, comprendes?
Obvio que asumir un reto no puede ser siempre por impulso, debes tener claridad de tus prioridades, de lo que va más a fin contigo. En ocasiones también debe ser un acto madurado y planificado.
Rutina o Creatividad
En el otro lado de la ecuación cabe destacar que al no hacer nada en contra de la rutina y dejarnos llevar, perdemos el poder de ser creativos, condición que nos hace únicos y también es parte del privilegio de vivir, pues las huellas de nuestros antepasados están en todo lo que crearon.
A su vez la creatividad va a ser el antídoto ideal para bloquear el efecto de la rutina. Psicólogos afirman que la mente es sensible al entorno y costumbres en que vivimos.
Por tanto cambiar de senda, fragancia o visitar otras ciudades, favorecen la creatividad que aplasta el aburrimiento y supone mayor eficiencia para nuestros proyectos.
¿Quieres acabar con la rutina y no sabes cómo hacerlo?, te regalo 10 consejos para que la extermines de golpe.
10 consejos para acabar con la rutina.
1 Asume conscientemente
Entiende que la rutina es un problema en tu vida y que provoca sentimientos negativos en ti. Analiza que es lo que se repite con frecuencia y has una variación, aunque sea pequeña.
2 Huye de tu zona de confort
Con toda la intención de la palabra hazlo tan rápido como puedas y afronta el cambio, pase lo que pase ya vas ganando. Explora otras maneras.
3 Planifica una estrategia
Será genial priorizar esos proyectos por hacer y que siempre aíslas con excusas, incluir a tu familia o personas con igual motivación harán el proceso más placentero.
4 No te juzgues.
Olvídate de la edad, de tu peso, si vas de modo formal o no. Pero entrégate a la aventura que te apasiona, muchas veces improvisar es el argumento perfecto. Mantén tu mente abierta.
5 Aliméntate y duerme lo suficiente.
Se minimizan estos aspectos, pero tratar de ser disciplinados influirá en la percepción de la vida y, de hecho, en tu rutina.
6 Has cosas diferentes.
Estamos en confinamiento, pero puedes invertir tiempo en el ordenador ignorando el ocio y aprender un curso nuevo, otro idioma o un instrumento musical.
7 Se sistemático/a
Por eso se consecuente y asume que para acabar con la rutina debes trazarte estrategias y darles seguimiento. Eso ya es un paso a tu favor.
8 Actívate realizando deporte
Aumentará tu autoestima, cuidarás tu cuerpo y reducirás el estrés. Es probable que con tan solo este paso, acabes con el aburrimiento.
9 Meditar
Esta es otra idea a tener en cuenta. Dedicarás tiempo para trabajar en ti y en tu conciencia plena, dejando ir pensamientos negativos, para que todo fluya.
10 Influye en tu entorno.
Decorar nuevamente tu oficina, tu hogar, cambiar el estilo de ropa, probar otro corte de cabello o escuchar música, será el bálsamo que necesitas para que el aburrimiento se evapore al instante.
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Conclusiones.
“Si quieres nuevos resultados, no hagas siempre lo mismo” plantea Einstein y en este sentido así es exactamente.
Si sientes miedo en transformar tu estabilidad es normal, ese sentimiento no es más que la astucia que te obliga a frenar. Igual considera dentro de unos años cuál elección habrá sido mejor y ahí encontrarás la respuesta. Yo por lo pronto ya estoy preparando ese viaje que estaba retrasando hace tiempo y no recuerdo por qué.
Entonces que este intercambio encienda esas luces apagadas y te hagan cuestionarte que o quien te pone frenos, la rutina que te está agobiando no va a desaparecer sola, es un ejercicio sistemático, cuando veas que cambios son mejor para ti, no esperes por nada ni por nadie:
¡Lánzate!
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